¿Ha oído hablar de la solicitud Fast-Track de la doble nacionalidad italiana? ¿Está pensando en obtener la nacionalidad italiana a través de la solicitud por vía rápida o ya ha presentado su solicitud a través de ella?
Si vive en el extranjero (es decir, fuera de Italia), la solicitud debe presentarse en el consulado italiano que tenga jurisdicción sobre el lugar de su residencia. Por otro lado, con la solicitud Fast-Track o conocido también, por vía rápida, es posible acortar la duración de tramitación de la ciudadanía italiana, tomando la residencia en Italia y solicitándola en el Ayuntamiento (“comune”) italiano.
Sin embargo, antes de aventurarse en esta opción, los solicitantes deberán considerar primero las consecuencias fiscales que éste proceso implica. De hecho, el Tribunal de Casación italiano ha confirmado recientemente que tener la residencia en Italia es condición suficiente para ser considerado residente en Italia a efectos fiscales.
Además, la ciudadanía italiana puede ser revocada si se comprueba que dicha residencia es ficticia.
De hecho, recientemente a unos 600 ciudadanos brasileños que solicitaron la ciudadanía italiana en Nettuno, una ciudad cercana a Roma, y que sus residencias han sido confirmadas como ficticias, se les revocó la ciudadanía italiana.
Por lo tanto, después de haber considerado las implicaciones de registrar la residencia en Italia, y si uno no está seguro de estar de acuerdo con los efectos, existe también una opción alternativa, que consiste en presentar una acción judicial contra el retraso del trámite y solicitar la obtención de la ciudadanía a través del tribunal. Para esto será necesario tener pruebas de que es/fue imposible obtener una cita en un plazo razonable en el consulado italiano de la residencia del solicitante ( esta opción no trae ninguna responsabilidad fiscal).
Según algunos estudios e investigaciones, se creee que más de 80 millones de personas en todo el mundo puedan solicitar la ciudadanía italiana. Italia es, de hecho, uno de los países que más ha contribuido a la emigración internacional, con aproximadamente 30 millones de italianos que han salido desde 1861 hasta la presente fecha (14 millones emigraron sólo en el periodo 1876-1915).
En Argentina, a principios del siglo XX, los residentes de origen italiano superaban a los locales. En el Estado de San Pablo, en Brasil, el 44% de la población tiene en parte sangre italiana.
La emigración italiana fue masiva también en Norteamérica, con aproximadamente 15 millones de personas (el 5,6% de toda la población) de origen italiano, de las cuales 2,7 millones viven en el área metropolitana de Nueva York.
Si se tienen ascendientes italianos, se puede tener derecho a obtener la ciudadanía italiana. El principio general es que la ciudadanía se transmite de padres a hijos sin limitación de generación, con la condición de que ninguno de los ascendientes italianos hayan renunciado a su ciudadanía italiana.
Véase: https://www.mazzeschi.it/pathways-to-italian-citizenship-by-descent/
Si se verifica tal derecho y si se vive en el extranjero (fuera de Italia), la solicitud debe presentarse en el consulado italiano que tenga jurisdicción sobre el lugar de residencia de quién solicitará la ciudadanía italiana. El problema es que, debido al gran número de solicitudes (se dice que en San Pablo actualmente hay más de 700.000 solicitudes pendientes), la mayoría de los consulados italianos están fijando una cita para presentar la solicitud después de algunos años y, para otros, es incluso imposible reservar una cita en línea.
Una vía alternativa podría ser presentar la solicitud en un Ayuntamiento (Comune) de Italia, pero para hacerlo es necesario que el solicitante adquiera la residencia formal en Italia.
Muchas agencias ofrecen esta vía porque la obtención de la ciudadanía es mucho más rápida y el solicitante no necesita fijar una cita en el consulado. Una vez confirmada la residencia, la obtención de la nacionalidad italiana puede realizarse en pocos meses.
Aparentemente, esta opción es mucho más fácil: aunque se trata de una opción con gastos económicos mayores, pues requiere que el solicitante venga a Italia, alquile un apartamento o casa y fije varias citas en diferentes oficinas para el procedimiento. Para muchas personas, el tiempo es esencial y se ven atraídas por esta opción aparentemente más favorable.
Pero esta opción podría ser no adapta a su caso….
⚠️ Por ejemplo, encontrará información en internet afirmando que:
Sin embargo, esta información no es completa, ya que:
Para más información sobre la “Residenza” (Residencia), puede consultar también:
Al registrarse como residente en Italia, una persona física queda automáticamente sujeta a las obligaciones fiscales italianas. De hecho, como se señala en la página web de la Agencia Tributaria.
Se considera que una persona es residente en Italia a efectos del impuesto sobre la renta si, durante la mayor parte del año (al menos 183 días al año, 184 para los años bisiestos):
La interpretación de esta norma por parte del Tribunal de Casación es bastante estricta. El Tribunal reafirmó también recientemente (Orden 1355/2022) que:
el hecho de que la persona esté inscrita en el registro de población residente (anagrafe) por un determinado período de tiempo es condición suficiente para que se le califique como residente en Italia a efectos del impuesto sobre la renta.
Véase también OECD Guidelines on Italian income taxes.
¿Hay alguna otra opción?
Se ha abierto una interesante vía para aquellas personas que quieren obtener la ciudadanía italiana por “iure sanguinis” que actualmente viven en países donde el número de solicitudes es elevado (como Brasil y EE.UU.) y, por tanto, el tiempo de tramitación de sus solicitudes es muy largo o resulta imposible reservar una cita en un plazo razonable.
El Tribunal de Roma ha establecido recientemente que en aquellos casos en los que el consulado italiano no haya garantizado una respuesta en un tiempo razonable, se puede obtener el reconocimiento de la ciudadanía directamente del juez en Italia.
⚠️ Tenga cuidado con otras posibles consecuencias
Si su residencia no es continua y no cumple los requisitos obligatorios, aunque haya obtenido la ciudadanía, puede ser revocada posteriormente y también puede ser objeto de un proceso penal. La Policía ya ha descubierto varios casos en los que algunas agencias ayudaron a los solicitantes a obtener la ciudadanía adoptando una residencia “irregular” en Italia, pero abandonando el país inmediatamente después de haber presentado la solicitud.
Véase, por ejemplo, la reciente revocación (marzo 2022) de la ciudadanía a 600 ciudadanos brasileños en la ciudad de Nettuno, cerca de Roma, después de que la Policía haya comprobado que sus residencias era ficticia y no cumplía los requisitos obligatorios de la ley.
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